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Todo concluye: El maleficio del poder de Jorge Sánchez Azcona

En El maleficio del poder, Jorge Sánchez Azcona nos revela un libro muy bien estructurado, en el que por medio de los seis capítulos que lo conforman nos va mostrando una realidad desencarnada de la condición humana y su relación con el poder. Como el autor mismo nos dice: “la búsqueda, el ejercicio, la explotación del poder, así como la acumulación de dinero, viene de lo más profundo de la naturaleza humana”.

La inteligencia como característica del ser humano lo lleva a ser consciente de su finitud. Este conocimiento es aterrador para cualquier persona, por eso buscamos caminos compensatorios a nuestra trascendencia en este mundo.
Las personas se aferran, principalmente, a tres mecanismos que las protegen de sufrir el desasosiego que representa ser consciente de su finitud: la religión, el dinero y el poder. Tres incentivos que le permiten fantasear con la idea de que va a lograr permanecer en este mundo más allá de su existencia física.

Un autor destacado en esta obra es Ernest Becker, quien dice en El eclipse de la muerte: “el miedo a morir es innato y lo abarca todo, él impulsa al hombre a intentar trascender a la muerte mediante sistemas y símbolos culturalmente constituidos”.

La sociedad misma es un sistema heroico codificado, que significa que la sociedad es un mito viviente del significado de la vida humana, una creación desafiante. Cualquier sociedad es una “religión”, aunque se crea esto o no. La “religión” soviética y la maoísta son verdaderamente religiones como lo es la “religión” científica y del consumo, por mucho que traten de disfrazarse omitiendo las ideas religiosas y espirituales.

La búsqueda religiosa, apoyada en la fe, le da al ser humano la esperan- za de una vida mejor después de la muerte, pero en el pragmatismo del siglo xxi parece ser que el poder y el dinero son alicientes mayores para pensar en la trascendencia de la existencia humana.

La búsqueda permanente de estos dos últimos mecanismos de compensación, que se complementan entre sí, constituye una de las características principales del actuar de los políticos, que tiene grandes ventajas para consolidar además su poder económico, dando pauta a una corrupción generalizada sin límite.

Como un recurso pedagógico muy lúdico, en el capítulo quinto, titulado “La visión de Paco Calderón sobre el político mexicano”, el autor presenta, desde la perspectiva de varias caricaturas publicadas en el periódico Reforma, la ideología que del poder tienen, precisamente, los políticos mexicanos, en el cual se enfatizan algunos de los aspectos más negativos y reiterativos de éstos.

La lectura de este libro resulta dolorosa, pero en su último párrafo el autor nos brinda una esperanza en el futuro, vía Sören A. Kierkegaard: “educar al individuo a ser abierto, generoso, valiente, influir en las vidas de los demás, enriquecerlas y estar abierto a ellas. Como el caballero de la fe, no siente temor a la vida ni a la muerte, no se aferra a sus semejantes ni los rebaja, ni los coacciona ni los manipula. El caballero de la fe representa, pues, lo que podríamos denominar el ideal de la salud mental, la continua apertura a la vida sin la angustia del temor a la muerte”.

Por: Maripaz Rodríguez España