Martín Hernández, de leyenda de radio a gurú del audio hollywoodense (Segunda parte)

Martín Hernández se levanta cada mañana a las 3:45 am para ir a su programa de radio que se transmite de 6:00 a 10:00. Ama el arte, la cultura, el deporte y la naturaleza; valora la amistad y disfruta de cada momento como si se tratara del primer día de su vida. O del último.

Es un hombre sensible de la más alta calidad humana que posee desarrolladas inteligencias espacial, verbo-lingüística, interpersonal, intrapersonal y existencial.

En esta segunda parte de la entrevista, el locutor de radio nos revela una parte más íntima de sí mismo, sus gustos, aficiones, miedos y hasta su reacción al enterarse que estaba nominado al Óscar.

¿Por qué elegiste el audio para hacer una carrera?

Hay cosas que no se pueden escoger, más bien ellas terminan escogiéndote y suceden. Pero es porque estás con vehemencia haciendo lo que sabes hacer, aquello para lo que te dotó la naturaleza. Además… ¡no sé hacer otra cosa! (se ríe)

¿Qué te inspira?

Las relaciones, los lugares, las conversaciones, las salidas a comer con mis colegas y todas las vivencias le dan razón a mi trabajo.

¿Cuál es la mejor recompensa al éxito de tu trabajo?
El trabajo en sí mismo.

¿Qué es lo más difícil de tu especialidad?
El miedo, ya que nos hace convertirnos en personas muy extrañas. Puede fácilmente dispararte a la autocompasión, que es un mecanismo para no aceptar que algo que hiciste mal es lo que te tiene en esa situación.

Entonces ¿cuál es tu mayor obstáculo?
Soy yo, y luego, al mismo tiempo, yo soy mi mejor ayuda. Una vez que sales de tus miedos, ya estás empoderado para resolver otras cosas.

¿Cuál ha sido tu experiencia más intensa en diseño de audio?
Siempre es la última. Particularmente en Birdman, estaba muy solo en Los Ángeles. Mi vida era únicamente ir al estudio y trabajar. Eso lo hizo más difícil.

Durante el proceso ¿conviviste con Alejandro González Iñárritu?
Aunque el Negro es un gran amigo y socializamos y nos íbamos de repente a rodar en bici, en realidad, yo estaba solo.

¿Cuál es la parte de tu trabajo que más disfrutas?
Debo ser masoquista, porque disfruto del dolor del reto. Quizá por eso me gusta la bici de montaña. Alcanzas un umbral del dolor que, o lo disfrutas, o no tienes nada que hacer ahí.

Tras años de esfuerzo durante los que has visto tantos éxitos ¿cómo te cayó la noticia de ser nominado al Oscar?
Me sorprendió porque en este tipo de película, el audio es un aspecto que no debe llamar la atención. Por otra parte, las producciones grandilocuentes visible y audiblemente (Transformers, The Hobbit, etc.) son las que normalmente resultan nominadas en las categorías de sonido.

¿Qué significa para ti una nominación?
Es como un abrazo, y es bienvenido. Pero es nada más eso.

¿Cuál es el mejor reconocimiento a tu trabajo?
Que Alejandro o cualquier buen director me invite a diseñar el audio de su película.

En tu escala de valores ¿qué sitio ocupan el reconocimiento y la fama?
El primer reconocimiento es el tuyo propio, el segundo es el de aquel director atrevido que te invite a trabajar con él. Lo demás, en realidad no existe en lo más mínimo.
Y es que estar con un nombre mediático durante una temporada, no equivale a fama. Para mi fama son Los Rolling Stones, es Bob Dylan, Neil Young.

Los favoritos de Martin

Película: Tuya’s Marriage (2006), de Wang Quan’an.
Actriz: Yu Nan.
Actor: Sean Penn y Tom Hardy.
Libro: Nothing To Be Frightened Of, de Julian Barnes.
Instrumento: El piano y el sax.
Palabra: Exégesis.
Ciudad: Por la comida, París, para vivir Londres y después Barcelona.

Por Alberto Ortega Gurza

Mascultura 17-Mar-15