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Fotografía poderosa: entrevista con Steve McCurry

Fotografía poderosa: entrevista con Steve McCurry

La gran exposición Steve McCurry Icons con más de 100 fotografías de gran formato nos muestra en retrospectiva la carrera de McCurry, una de las principales figuras internacionales del mundo de la fotografía en los últimos 40 años. La cual podrás disfrutarla en el Museo Franz Mayer de martes a domingo en un recorrido de aproximadamente 1 hora, esta experiencia es para todas las edades.

La fotografía es un arte relativamente joven que ha sentado las bases para muchas otras expresiones y discursos artísticos. No obstante, ha entrado en una serie de cambios tanto en la técnica como en la concepción durante los últimos años, más aun con la llegada del siglo XXI. En palabras de Joan Fontcuberta, autor de La fotografía después de la fotografía, la fotografía digital “responde a un mundo acelerado, a la supremacía de la velocidad vertiginosa y a los requerimientos de la inmediatez y globalidad”.

El fotógrafo estadounidense Steve McCurry es el autor de cientos de fotografías que nos muestran ambos lados de la moneda en la cultura oriental. Su trabajo se ha caracterizado por el acercamiento a este mundo que, si observamos con detenimiento, no es tan distinto a nosotros: “Al pensarlo, veo que los vibrantes colores de Asia tuvieron un papel muy importante al enseñarme a crear una imagen. Sin embargo, el color solo o la estructura por la estructura no son los que hacen una buena fotografía para mí. Frecuentemente, cualquier consideración de estos factores es sólo para evitar cualquier cosa que pueda ser distractora o estridente. Lo que hace poderosa a una imagen es la confluencia de estos elementos en un momento prístino que revela una verdad más profunda”.

Steve McCurry nació el 24 de febrero de 1950 y cursó estudios de historia del cine. Antes de dedicarse a la fotografía tuvo el interés de conocer el mundo: “al principio mi único deseo era viajar, y la fotografía fue el medio que me permitió hacerlo; pero he dibujado y pintado desde que tenía diez años, así es que siempre he estado interesado en el arte. Me interesé por la fotografía cuando estaba en la universidad”. Las fotografías de McCurry se han conocido en gran parte del mundo. ¿Quién no ha visto el maravilloso retrato de la niña afgana que fue conocida por aparecer en la portada de la revista National Geographic en 1985? Ella, Sharbat Gula, había escapado de la guerra que asolaba Afganistán para trasladarse a un campo de refugiados en Pakistán, de donde salió a principios de los años noventa para volver a su tierra natal. McCurry considera que conservar en la memoria una imagen es muestra del poder que ésta guarda en su mensaje, el cual en muchas ocasiones podría posicionarse por encima de la forma: “Una fotografía poderosa se convierte en un ícono, ya sea de un lugar, tiempo o situación. Se arraiga a tu mente. Pienso que la fotografía trata más acerca del contenido, la historia tal vez, la cara, algo que podamos aprender o apreciar de un lugar o de una persona, y menos acerca de algo que muestre lo buenos o inteligentes que somos los artistas”.

“Me esmero por los retratos individuales que dejarán huella en la memoria de las personas. La fotografía trata de pasear y explorar, de las historias de la gente, lo inusual, momentos inesperados que hacen un comentario interesante acerca de la vida en este planeta. Me gusta celebrar a las personas, los lugares y la cultura por medio de mis fotografías, y considero que esto es un aspecto muy importante de la fotografía: quiero demostrar que nosotros los humanos somos básicamente iguales”. Agrega Steve McCurry, y más adelante: “Mi fotografía trata sobre la narración de historias. Un retrato debe revelar algo sobre una persona. Busco ese momento desprevenido para tratar de transmitir algo de lo que es ser esa persona, tomando mi tiempo y conectando con mis sujetos, y tratando de hacerlos sentir cómodos de alguna manera frente a mi lente; ellos a cambio empezarán a confiar y conectar conmigo”.

Todo arte es un proceso que no nace de la nada, sino que se ve nutrido de la experiencia y los intereses personales, así como las condiciones sociales, lo que deja algo claro: la labor artística es un recorrido arduo y de necesaria paciencia. “Si echas un vistazo al trabajo de los fotógrafos que admiramos, te darás cuenta que ellos han encontrado un lugar o un tema en particular, y han labrado algo que se ha vuelto especial. Necesitas paciencia y disciplina: perfeccionar nuestras habilidades requiere de mucho tiempo y esfuerzo. En última instancia, uno no puede darse el lujo de ser complaciente: es necesario seguir adelante, permanecer concentrado y comprometido. Hay que fotografiar cosas que son interesantes para uno. La fotografía es como otras disciplinas: arquitectura, medicina, música. Todas requieren paciencia, disciplina, trabajo arduo y práctica. La fotografía exitosa trata sobre abrazar tu espíritu de curiosidad y explorar temas que te causan un fuerte interés, y eso podría ser en cualquier parte. Puedes ir miles de millas lejos de casa, o a profundidad en tu propia comunidad”.+

Una gran fotografía es una imagen que se queda contigo, no la puedes olvidar.

Por Rolando Ramiro Vázquez Mendoza

Esta entrevista apareció originalmente en el mes de marzo de 2017 (Revista Lee+ 94)