Fábulas del Tío Hofs: “Toda novela es un LABERINTO”

Tortuga: Entonces… estamos de acuerdo, señor editor, que toda novela es un laberinto, ¿cierto?

Aquiles: En eso concuerdo con mi colega, señor editor. Han sido muchos días de sana dialéctica con café y polvoroncitos. Trajimos unos cuantos, por cierto.

Tortuga:Umh… No responde. Bueno. Partamos entonces de que “el que calla otorga”, jijiji.

Aquiles: No tiene usted que forzar la risa. Perdone a mi colega, señor editor, está un poco nervioso.

Tortuga:¿Y usted no lo está? Al fin nos concedió una cita. No cualquier editor sino “EL” editor de literatura más grande de todos los tiempos.

Aquiles: Ehh… no tiene que ser tan zalamero. Perdone a mi colega, señor editor, como le decía, está un poco… Tortuga: Tiene razón mi colega, señor editor. Perdóneme, pero justamente por no haber iniciado esta disertación indicándole lo mucho que le admiramos. Mas no crea que por publicar a tantos premios nobel o por haber hecho que Mi periquito quiere ser congresista rompa récords de ventas. No. Sino por su buen ojo para impulsar proyectos valientes e innovadores y de vanguardia.

Aquiles:

Tortuga:

Aquiles: Mejor deje de dar vueltas y exponga nuestro proyecto.

Tortuga:De acuerdo. Por cierto, señor editor, ¿ya le di las gracias por recibirnos?

Aquiles: Exponga el proyecto, colega.

Tortuga: Bien. Gracias por su interés, señor don editor. Decíamos que toda novela es un laberinto.

Aquiles: Un laberinto con miles de derroteros, bifurcaciones, encrucijadas…

Tortuga: Pues cada punto en la trama indica la génesis de una disyuntiva. ¿Izquierda, derecha, de frente?

Aquiles: ¿El protagonista estrangulará a su antagonista? ¿Le perdonará la vida? ¿Irrumpirá el séptimo de caballería?

Tortuga:

Aquiles:

Tortuga:¿Quiere que abra una ventana, señor don gran editor? Noto que sube el color en sus mejillas.

Aquiles:

Tortuga:

Aquiles: Siga exponiendo el proyecto, colega.

Tortuga:Umh… Decíamos. Es el lector quien hace las veces de Teseo. Y el autor quien concede el hilo de Ariadna para encontrar la salida. ¿Cierto, colega?

Aquiles: Muy cierto. Esas disertaciones nos llevaron a conclusiones. Grandes conclusiones. Y un poco de sobrepeso, claro, por los polvoroncitos. ¿Gusta uno?

Tortuga:

Aquiles: Siéntase libre de opinar cuando quiera, señor editor.

Tortuga: Señor don gran editor literario. El asunto es que… todo lector espera encontrar la salida de dicho laberinto. Es decir, llegar a un final en la novela. ¿No lo cree?

Aquiles:

Tortuga:

Aquiles:

Tortuga:¿Es normal que salte así la vena de su sien derecha, señor don…?

Aquiles: ¡Así que aquí es donde llega la idea genial de la colección que queremos proponer! La colección se llamará “Laberinto” y estará conformada por novelas de todo tipo, donde la premisa será: “¿Saldrás del laberinto?”.

Tortuga: Exacto. Repítalo, colega, pero con esa voz que ensayamos en el coche.

Aquiles: Con gusto. “¿Saldrás del laberinto?”.

Tortuga:

Aquiles: Ejem… la idea, por si aún no la ha captado, es ofrecer obras cuyo riesgo es dejar atrapado al lector dentro del laberinto de su trama.

Tortuga:Novelas sin final. Jijiji.

Aquiles:

Tortuga: Este… y además, como un plus, ofreceremos en la contraportada reseñas totalmente equívocas. Estará de acuerdo que la cuarta de forros es un mapa del laberinto anecdótico de la novela, ¿no?

Aquiles: Imagine ahora el terror de ingresar sin mapa.

Tortuga: Lo único que pedimos es que la colección abra con dos novelas de nuestra autoría.

Aquiles:

Tortuga:

Aquiles: Colega, creo que el humo que sale de las orejas del señor don mejor editor del mundo habla por sí solo.

Tortuga: Tal vez no fue tan buena idea tratar de publicar así los galimatías que creamos en el taller literario. Oh, oh. ¿Dije eso o lo pensé?

Aquiles:¿Podríamos discutir esto en el auto? No se levante, señor editor, sabemos… eh, sabemos el camino. Tortuga: Y le dejamos los polvoroncitos. Por si quiere llamarnos. Para pedir la receta, claro.

Por Antonio Malpica

MasCultura 07-feb-2017