La chica de antes

Es una casa espectacular. Elegante, minimalista. Toda ella respira buen gusto y serenidad. Justo el lugar que Jane estaba buscando para empezar de cero y ser feliz. Aunque lo extraordinario es que se la ofrecen por un alquiler irrisorio. Solo tiene que completar un peculiar formulario de solicitud y aceptar sin condiciones las reglas impuestas por su propietario y creador, un enigmático arquitecto.

Al poco de instalarse, Jane descubre que algo le pasó allí a la inquilina anterior, Emma. Y empieza a preguntarse si no estará repitiendo las mismas elecciones, los mismos errores, las mismas sospechas que la chica de antes. ¿Qué estás dispuesto a aceptar para poseer lo que nunca imaginaste? Best seller de The New York Times y de The Sunday Times.
Seleccionado Libro del mes por la Asociación de Libreros Independientes de Estados Unidos y por Amazon. Reseñas:

“Garantizado: NO podrás parar de leer. Los fans de Perdida y La chica del tren se darán cuenta pronto de que no es más de lo mismo, sino que incluso es más electrizante”

Asociación de Libreros Independientes de Estados Unidos “Un gran thriller, uno de los que te atrapa desde la primera línea y no sueltas. Elegante y, poco a poco, más y más perturbador. Un maravilloso retrato de una obsesión”
Big Issue North Subyugante. […] J.P.Delaney desentierra los secretos de los personajes con precisión y elegancia hasta que la cruda verdad de cada uno sale a la luz.

Antes: Emma
“Intento conseguir que Simón se reúna conmigo en terreno neutral, como un bar. Pero a pesar de que dice que firmará los papeles, se niega en redondo a hacerlo en otro lugar que no sea la casa de Folgate Street.
De todas formas, que pasarme por allí, agrega. Me dejé algunas cosas cuando me fui. Pues vale acepto de mala gana.
Escojo la iluminación más potente y me pongo unos vaqueros hechos de polvo y mi camisa más vieja y menos glamurosa. Acabo de recoger la cocina”.

Ahora: Jane
“Me resulta extraño estar cocinando unos filetes para un hombre, cualquier hombre, en Folgate Street, 1. Edward nunca me habría dejado de hacerlo. Habría tenido que asumir el manso él, ponerse un delantal, buscar las sartenes, los aceites y los utensilios”.

La chica de antes, J.P Delaney

MasCultura 18-abril-17