Lista: Obras literarias del Siglo XX que tienes que leer en la lluvia

La literatura tiene un sublime encanto por la atadura a sus palabras, algo que podemos disfrutar al unísono de la noche, a la amnesia del amor y de las palabras perdidas: Pasión, cielo, infierno y un matiz de labor de atemporal y de riquezas eternas.

Usted también la tiene, hoy por hoy. En el fondo, usted no ve más que literatura subjetiva en este principio: tenemos la necesidad de reincorporarnos a las infinitas palabras.

Un día, así lo espero, y otros muchos esperan lo mismo para que hoy encuentres palabras en esta lista.

Lolita de Vladimir Nabokov

La novela más conocida del escritor de origen ruso, nacionalizado estadounidense, Vladimir Nabokov. Lolita, publicada por primera vez en 1955. Es sobre la obsesión sexual de un hombre de mediana edad por su hijastra de 12 años. Es considerada por muchos críticos y académicos como una obra maestra de la literatura universal contemporánea. Entre los hechos que pudieron influenciar a Nabokov en su novela está el secuestro en 1948 de Florence Sally Horner de 11 o 12 años.
“Lolita, luz de mi vida, fuego de mis entrañas. Pecado mío, alma mía. Lo-lita: la punta de la lengua emprende un viaje de tres pasos desde el borde del paladar para apoyarse, en el tercero, en el borde de los dientes. Lo.Li.Ta.”.

El gran Gatsby de F. Scott Fitzgerald

El gran Gatsby, es una novela de 1925 escrita por el autor estadounidense F. Scott Fitzgerald que sigue a un grupo de personajes que viven en la ciudad ficticia de West Egg en próspera Long Island, en el verano de 1922. La historia hace referencia principalmente al joven y misterioso millonario Jay Gatsby, su pasión quijotesca y la obsesión por la hermosa ex debutante Daisy Buchanan. Considerada como la obra maestra de Fitzgerald, creando un retrato de la época del jazz o de los locos años 1920 que ha sido descrito como una advertencia con respecto al sueño americano.

En busca del tiempo perdido de Marcel Proust.

En busca del tiempo perdido o de acuerdo con otras traducciones A la búsqueda del tiempo perdido o A la busca del tiempo perdido (À la recherche du temps perdu, en francés) es una novela de Marcel Proust, escrita entre 1908 y 1922 que consta de siete partes publicadas entre 1913 y 1927, de las que las tres últimas son póstumas. Es ampliamente considerada una de las cumbres de la literatura francesa y universal.

“Marcel, joven hipersensible perteneciente a una familia burguesa de París de principios del siglo XX, quiere ser escritor. Sin embargo, las tentaciones mundanas le desvían de su primer objetivo; atraído por el brillo de la aristocracia o de los lugares de veraneo de moda”.

Ulysses de James Joyce

Considerada por gran parte de la crítica la mejor novela en idioma inglés del siglo XX. Según el crítico y traductor español Francisco García Tortosa, Ulises es una de las novelas más influyentes, discutidas y renombradas del siglo XX. El libro ha sido objeto de numerosos y profundos estudios, críticas y controversias.
Según su traductor al español José María Valverde, el Dublín de Joyce, debido a su maestría descriptiva, es comparable al Londres de Dickens o al París de Balzac.
Ulysses es una novela del escritor irlandés James Joyce, publicada en 1922 con el título original en inglés de Ulysses. Su título proviene del protagonista de la versión latina de la Odisea de Homero, originalmente llamado en griego Odiseo.

Cien años de soledad de Gabriel García Márquez

Una historia de amor que uno lee a partir de la adolescencia, pero que honestamente es muchísimo más que eso. Es la historia de una familia por 7 generaciones en un pueblo mágico que sigue trascendiendo a los románticos, jóvenes y adultos.

“En aquél Macondo olvidado hasta por los pájaros, dónde el polvo y el calor se habían hecho tan tenaces que costaba trabajo respirar, recluidos por la soledad y el amor y por la soledad del amor en una casa dónde era casi imposible dormir por el estruendo de las hormigas coloradas, Aureliano y Amaranta Ursula eran los únicos seres felices, y los más felices sobre la tierra”.

Al Faro de Virgina Woolf

En Al faro, Virginia Woolf explora su propio pasado familiar y vuelca aquellos interrogantes que siempre la inquietaron: la razón de la vida, el beneficio o la inutilidad de alcanzar una meta y la inevitable muerte. Una historia emocionante que rasga los sentimientos más profundos.

“Los Ramsay han recibido en su casa a una serie de amigos y colegas, uno de ellos Lily Briscoe quien empieza la novela como una pintora joven e insegura que intenta retratar a la señora Ramsay y su hijo James. Briscoe se encuentra llena de dudas a lo largo de la novela, dudas alimentadas en gran medida por las afirmaciones de Charles Tansley, otro invitado, señalando que las mujeres son incapaces de pintar o de escribir”.

El Sonido y la Furia de William Faulkner

Dentro de El sonido y la furia, William Faulkner muestra el delicado equilibrio de la existencia se sostiene en la fuerza de los contrarios. Cuando estos no son capaces de equilibrarse, hallan un punto de encuentro que los distingue uno del otro, entonces el universo que sostienen está condenado a la muerte y a la paulatina decadencia.

“La referencia más evidente es la de Benjy (el relato contado por un idiota), pero como puede observarse, los miembros del clan Compson parecen estar también aludidos en este fragmento. La referencia a “el camino a una muerte polvorienta” alude al destino general de los Compson, la aristocrática familia sureña cuya decadencia y desaparición es narrada en la novela”.

Las historias completas de Flannery O’Connor

Las historias de Flannery O’Connor son hirientes y sobrecogedoras. Tienen como escenario los pueblos y las tierras del sur de Estados Unidos, especialmente su Georgia natal, un mundo decrépito y en ruinas cuyo secular abandono y pobreza ancestral aparecen marcados por la violencia y el odio. Pero más allá de la sordidez y de los conflictos racialeshay siempre hay una extraña belleza, una íntima exposición moral de la condición humana que trasciende la anécdota.

“El viejo Dudley se dobló en la silla que poco a poco iba amoldando a su cuerpo, miró por la ventana y, unos cuantos metros más allá, vio otra ventana enmarcada en ladrillos rojos manchados de tizne. Esperaba el geranio. Lo sacaban todas las mañanas, a eso de las diez, y lo entraban a las cinco y media. En el pueblo, la señora Carson tenía un geranio en la ventana. Allá en casa había muchos geranios”.

@UlyssesAvath

MasCultura  10-Agosto-2017