Somos lo que comemos: cerebro y nutrición

Cada vez es más común encontrarnos a personas de nuestro entorno con padecimientos crónicos o enfermedades degenerativas, que requieren tratamientos complejos, quizá te hayas preguntado la razón de esto. La respuesta nunca es sencilla.

Nos ha tocado vivir una época de incertidumbres y de paradojas, por lo que resulta sorprendente que cada día se den a conocer nuevos avances científicos que permiten prolongar la vida de nuestra especie al tiempo que se reporta la aparición de nuevas enfermedades con características tan especiales, que cada vez es más complejo recurrir a tratamientos genéricos o a la “receta de la abuela” para curarlas. Esto ha hecho sonar la alarma de muchos sistemas de salud del mundo. 

Profesionales como en el caso del Dr. David Perlmutter, neurólogo, reconocido por su trabajo en torno a las enfermedades autodegenerativas, se han encontrado con un aumento en la incidencia de pacientes jóvenes que desarrollaban Alzheimer. Como lo narra en su libro “Cerebro de pan”, a él también le tocó tratar de dar respuesta a las preguntas que sus pacientes, y las familias de estos, le formulaban. Preguntas del tipo: “¿qué hemos hecho mal?”, “¿cómo pudimos evitarlo?” siempre obtenían la misma respuesta: “No lo sé”.

Esta situación lo llevó a investigar cómo se gesta el Alzheimer, por qué el aumento de la tasa de incidencia y, principalmente, cómo luchar contra él. Por su formación en el campo de la nutrición fue ahí en donde enfocó parte de su trabajo, encontrando conclusiones sorprendentes. “Cerebro de pan” da cuenta de ellas y nos aporta luz sobre las necesidades alimenticias de nuestro cerebro, al tiempo que cuestiona la calidad y la variedad de la comida que impera en nuestra sociedad actual.

“Somos los que comemos” reza una conseja popular y el Dr. Perlmutter parece suscribirla palabra por palabra. Siendo el alto consumo de carbohidratos uno de los factores más preocupantes de los cambios metabólicos gestados en infinidad de casos. Nuestro cerebro se alimenta de grasa y al eliminarla de nuestras dietas lo sometemos a una sequía que terminará por dañarlo. A cambio, se ha aumentado el consumo de carbohidratos, que nos proporcionan energía inmediata, desestabilizando nuestro organismo al obligar al páncreas a secretar altas dosis de insulina. Bajar el consumo de harinas no es la solución, los carbohidratos, azúcares e infinidad de aditivos presentes en productos industrializados también influyen en el daño que vamos ocasionando progresivamente en nuestro organismo. Mientras mayor es nuestro consumo de estos productos, más daño le hacemos a nuestro cerebro. 

Un panorama desalentador, sobre todo cuando nos detenemos a observar los pasillos del supermercado. Pero no todo está perdido, “Cerebro de pan” nos ofrece soluciones a través de un plan completo de alimentación de 30 días, que promete recuperar la salud de nuestro cerebro y mantener alejada la posibilidad de enfermar de Alzheimer y de otras enfermedades degenerativas. No está de más comentarte que este libro está revolucionando los conceptos de nutrición en todo el mundo.

Dr. David Perlmutter y Kristin Loberg: “Cerebro de Pan”. México, Grijalbo, 2014, 382 pp

Andrés Mayo Góngora

Mascultura 21-Jul-14