Select Page

Seres fantásticos mayas

México no solamente es rico en biodiversidad, gastronomía y arquitectura sino también en cultura popular. El folklor de su gente es de una gran vivacidad y muy colorido. Está lleno de tradiciones, leyendas, mitos e historias de donde surgen criaturas fantásticas que te asombrarán.

Muchas de ellas son milenarias, ya que datan de épocas prehispánicas. Otras son el resultado del choque de culturas que se dio al llegar los españoles a América, un fenómeno conocido como sincretismo. De esta forma, a través de sus distintas regiones podrás descubrir seres extraordinarios como los que te presentamos aquí y que pertenecieron a la cultura maya. Conoce, a través de ellos, los lugares de donde surgieron para que puedas visitarlos en un próximo viaje.

Ek Chapat, la Esfinge del Mayab

Si alguna vez tienes la posibilidad de adentrarte a través de un sac bé a la selva yucateca, imagina que estos caminos, según la mitología maya, alguna vez estuvieron colmados de huesos y cráneos debido a que dentro de la espesura de la selva habitaba el Ek Chapat, una criatura maléfica de siete cabezas e infinidad de pies que acechaba a todo aquél incauto que osara invadir sus dominios.

Si se le encontraba con los ojos abiertos, significaba que dormía, pero si los tenía cerrados, significaba que vigilaba. Sólo había una posibilidad de huir de él y ésta era resolviendo un acertijo que el Ek Chapat hacía a los viajeros. Todo aquel que lo intentaba fracasaba y era devorado al instante.

Según una leyenda maya, sólo una persona pudo resolver el acertijo y se convirtió en el nuevo centinela de la selva. Como era de alma noble, sostuvo un duelo a muerte con el Ek Chapat, derrotándolo y permitiendo así que todos transitaran libremente por la selva yucateca.

Uay Pach

El Ek Chapat tenía la tarea de vigilar la guarida del Uay Pach, otro ser fantástico de la mitología maya. Se trata de un tenebroso gigante de ojos verdes centelleantes. Era tan alto, que un hombre adulto le llegaba a la altura de las rodillas. Si viajas a Yucatán, seguramente escucharás a más de una persona decir que se ha topado con esta criatura.

De ser así, han tenido suerte, ya que al Uay Pach le gusta atormentar a los humanos y romper sus huesos a mordidas. Además posee tres lenguas tan filosas como cuchillos y tres collares hechos con entrañas de jabalí con los que ahorca a sus víctimas.

Aluxe

Desde luego que has escuchado hablar de los duendes. Estos seres mágicos se encuentran en el folklor de muchas culturas alrededor del mundo, y México no podría ser la excepción. Por eso, te presentamos a los aluxes, que corresponden a los duendes de la cosmogonía maya.

Puedes encontrarlos en las cuevas, grutas y cenotes que se encuentran dentro de los bosques o selvas o incluso en una que otra oscura callejuela de Yucatán, Belice y Guatemala. Son de escasa estatura, pues miden aproximadamente unos 50 cms. Tienen la cualidad de hacerse invisibles y sólo se dejan ver para defender su entorno natural si es que éste se encuentra en peligro. Por lo demás, son seres agradables y juguetones.

Si es que en tu andar por Yucatán ves una ofrenda, ten en cuenta que estas criaturas son protectoras del maíz y ayudan a que éste crezca, por lo que los campesinos les dedican altares en casitas llamadas kahtal alux colocadas en sus milpas.
La mitología maya es riquísima. En ella encontrarás un sin fin de criaturas fantásticas como los monstruos, gigantes y duendes sobre los que acabas de leer.

Además, descubrirás pájaros mágicos llamados uayes, seres voladores, mujeres vampiro como la x´tabay, y serpientes mágicas como la Yum Nojoch Kaan, entre muchos más. Éstos son resultado de tradiciones ancestrales y se han transmitido de generación en generación de forma oral.

A través de ellos puedes conocer el pensamiento y la forma de vida de los pueblos y comunidades de tu país o, en este caso, de la cultura maya del sur. Visita la zona del mayab en compañía de tus padres y descubre más seres fantásticos mientras conformas tu propio bestiario.

Texto por: Joel Hernández | DINKtravelers.com